cuento
el puente
Una niña quiere disfrutar de lo que le produce más placer en las tardes de verano que pasa en casa de su abuela.
Determinación y visión con un solo objetivo: construir un puente.
Este cuento lo escribí hace tiempo y empieza así:
«De la casa a los tres pinos había treinta metros. La disposición triangular de éstos me había sugerido de niña un espacio cerrado y había hecho de él mi refugio particular. En ocasiones me entretenía marcando los límites con piedras. Realicé, incluso, una valla de ramas dejando una abertura pequeña en la que coloqué una puertecita -que hice con cartones y era exactamente de mi medida de ancho con los brazos pegados al cuerpo.
Sólo lo que necesitaba para pasar, sólo eso.
A ésta le añadí un candado que me dio la abuela. Sigue leyendo