Empiezo una serie de lo que llamaré «apuntes seitai» y que constará de :
- cultura seitai de H. Noguchi y K. Mamine,
- lo que va pasando en “el ovillo”,
- mis propias observaciones.
(Puedes acceder a todos los enlaces más cómodamente desde «apuntes seitai«)
Lo primero, el agradecimiento a los que se dedican a mostrarnos con su creación y su propia vida, una forma más fácil y ligera de relacionarnos con nosotros mismos y con nuestro entorno.
Ese agradecimiento tiene forma de amor, de respeto y de reconocimiento. Pero, lo más importante, es un hilo de conexión profunda y eterna.
En nuestro interior, quizás todos estemos solos. La membrana que separa nuestro cuerpo del entorno puede ser extremadamente estanca o más permeable y si, en ese límite que es nuestra piel, encontramos un camino delicado, respetuoso y profundo, nos va a parecer todo más llevadero. Podremos manifestar a los demás la gran inmensidad que supone el sentirnos vivos, respetar la diferencia y ejemplificar la belleza de cada rostro, de cada experiencia vital, en este espacio-tiempo, que nos ha tocado vivir.
Gracias a Haruchika Noguchi, por ser el fundador de la cultura seitai, por sus cuidadas observaciones y su vida en el mundo. También por sus aportaciones acerca de la salud y de la responsabilidad que tenemos en el mantenimiento de ésta y que abren una gran puerta al tema de no dejar exclusivamente la salud -psíquica o física- en manos de algo externo a nosotros. Sigue leyendo →