(Esta carta es la respuesta a otra que encontrarás en «querida verde«)
Querida Rosa,
Antes de que se me olvide: también te quiero.
A ver… Sé que no habrás leído mi carta todavía, la que te envié en un e-mail. Ésta te llegará y tampoco la leeras (o lo harás cuando encuentres ese tiempo-espacio en el que «contactes con» o «te llenes de» mis mensajes). Mientras tanto, yo voy haciendo, que a ti se te amontonan las cosas y es como si no pasara nada y ya sabes que yo no lo siento igual. También sé que lo respetas («Doña Respeto») y lo agradezco, aunque haga bromas,… que si no parece que todos tengamos que ser profundos o ser no se qué y no es el caso. Además, si yo me levantara tan temprano sería para correr, no para «hacer el fantasma» (permíteme la broma ya que tú no dejas de hacerla con mi nombre :-p)
De todas formas, te recuerdo que tienes un blog de acceso público y que yo soy de las primeras que me suscribí a las entradas (o sea, la incógnita del sobre cerrado al carajo) (Qué poco calculadora eres madre mía!!!). Sigue leyendo